domingo, 15 de noviembre de 2009

MARÍA CHAPP- EL OJO PEREGRINO, Ediciones El Mono Armado

En la cita que introduce Marzo , primera parte de su libro , María Chapp nos anticipa que el tema será el desnacer y el nacer, lo que se cumple en su poema Huésped, donde la sensación de extrañamiento propia de la poesía logra sumergirnos en el asombro con un desdoblamiento que se torna natural: ”esa presencia se me parece/no este yo/apellidonombreprofesión”
El “yo” al que hace referencia María y que ella considera “este pequeño yo”, “se disuelve” cuando “mi huésped me abraza”. Más allá de la poesía, hay aquí una experiencia del cosmos, del ser con la totalidad en forma mística, que está volcada en palabras.
En su apertura, su búsqueda , recorre lo onírico, lo toma como fundamento, y mediante la despersonalización, se hunde en el inconciente colectivo, donde “se agitan voces” y se vale del”vientre sin tiempo” para llegar al Umbral, donde su viaje se manifiesta como un remolino(”viajo por el túnel”) y el lenguaje acompaña con su enumeración rápida (“crayones papeles baúles de madera” ), viaje por “la trama de las edades”, donde la tierra es el cuerpo, el mar, lo pequeño se vuelve infinito “cada poro despide barcos” y se continúa hasta la próxima etapa cuando el umbral ya se ha atravesado y la palabra resulta insuficiente(” las palabras no pueden nombrar”), por lo que la voz se torna lírica cuando descubre que “la piel no es confín” y nos conduce en “el goce fosforescente/de mi más allá”.Las sucesivas búsquedas , la conciencia de regresar “una y otra vez/nuevos cuerpos”, y la absoluta inmensidad , la soledad de “vadear el karma/antiguos aullidos” y la pregunta esencial(” ¿existe la propia vida?”), planteada desde quien se está pariendo a sí misma,porque va más allá del hemisferio izquierdo y puede “reconocerse en el linaje/de mudas abandonadas/filántropas alquimistas/ sanadoras/señoras de la candelabros”, es decir, en la magia milenaria y perseguida de las que pudieron unirse con todo lo viviente levantando el gran manto del inconsciente cuando “el destino es un largo río ciego” y el yo lírico se une a lo que lleva el viento( “como aves migratorias/las hojas/buscan un país sin nombre”)
La muerte de un árbol, la presencia de un animal están colocadas en su dimensión de pertenencia cósmica, por lo que la conciencia de la propia pequeñez se acentúa (en el poema En el desierto) con la anáfora”alguien habla con el desierto” que se continúa con la idea de “estar desnudo en el desierto” para seguir la ruta, mediante “la puerta diminuta” que permite hallar un resquicio, y es una condición ineludible “para ver el árbol/abrir el corazón”
Sin embargo, la búsqueda no se interrumpe (“hay un sentido/detrás de la montaña”).Y el tiempo-espacio deviene en chorro incontrolable de latitudes sumergidas, (“todo es crepúsculo”), un contraste entre el tiempo inmóvil (“llanuras del tiempo”) y el tiempo fugaz (“movimientos perpetuos de los ríos”). Por eso “un ojo contempla” y se continúa entonces, con la idea de “sólo desnudarse / y cantar”.Desde la entrega llega el Vértigo Azul, canto lírico, pintura cósmica donde los colores dibujan círculos proféticos de la unión cuerpo-alma, el misterio de la inmensidad se hace evidente (“un ave escribe/alguien le dicta/desde el espacio/vuela hacia lo líquido”)
El misterio nunca develado en su totalidad es dinámico y nos deja sin aliento(”ángeles tejen con tu cabellera ritos del vértigo azul”)
Cuando nos dice María que “cada uno deberá resucitarse/bajar de su cruz”, entramos en la naturaleza trascendente de cada ser, la posibilidad de abrirse totalmente( “¿entrarás en ti/ en tu hermosura?”).Se penetra entonces en la zona de plenitud del libro, la zona de máxima luz a mi entender, donde hay dos series de poemas que llamo de celebración, la serie dedicada a Gala, una perra (“¿acaso vienes del cristal /en el aura de los que siempre se han amado?”, donde hay una conciencia de la unión de energías, lo arbitrario de la separación hombre-animal:”chispas de la misma llama” ,”latir juntas la eternidad”;la idea del nexo espiritual profundo con un animal :“un animal me está destinado(…)come de mi corazón/yo del suyo”) y la serie llamada Abrazo, que lleva un epígrafe muy apropiado de Mikis Theodorakis” Kalimera Iles-Buen Día, Sol”, y en el que se enaltece la relación humana física de unión entre los cuerpos como saludo a la naturaleza, ceremonia solar donde “ojos con estrellas dentro/pulsan lo inmenso/cráteres de luz”. Esta serie es un himno al amor en conjunción con su raíz cósmica, y luego llega Marzo nuevamente con el dolor, la muerte, la sabiduría(” aquí hablo con pájaros/soy la anciana del bosque /que amamanta”). Se establece una decidida relación con otras dimensiones :”Oigo galopar/¿a qué guerra irán esos caballos?/¿Qué portal habrán de atravesar sus crines?”.Pero a través de todo esto, el ojo registra, el ojo “peregrino” halla" el portal”, es presagio ”vendrán a buscarnos los glaciares” , realiza su travesía “hasta que soporte la luz” y descubre que “ el humilde ve /el que se hinca”.María Chapp bucea en el inconsciente colectivo y emerge diciendo que” no es el poeta quien habla/es el gran ojo que recuerda”

6 comentarios:

  1. Irene querida,
    un análisis que va más allá de la diversidad de climas y efectos que operan en un texto y se interna en lo profundo, interpretando con justeza y lucidez las multiplicidad de sentidos de cada vocablo, de cada lectura.
    Confieso que has despertado en mí condición de lectora, un gran interés por la lectura del "Ojo peregrino". Felicitaciones a vos, y a María por su libro, que ya tendré oportunidad de leer y disfrutar.
    Un gran cariño a las dos.

    Elisa Dejistani

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  2. Gracias, querida Elisa, por tus comentarios, siempre atinados . Hago los comentarios de las obras que me muestran esa fuerza inagotable de la poesía, en su esencia auténtica.Un beso grande para vos, y sigo felicitándote por tu "Dualidad del Silencio".Con mucho cariño Irene

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  3. Un placer el libro y la poética toda de María Chapp, gran poeta, gran ser humano.
    Un abrazo Gus.

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  4. Gracias querido Gus, por siempre estar presente con tu palabra amiga. Con cariño Irene

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  5. Creo, modestamente, que la poesía de María Chapp es hija del movimiento y del misterio. Las palabras enhebran una constelación de imágenes, donde se suceden reflexiones y preguntas, que constituyen el sostén filosófico de su obra. Felicitaciones por el libro y por el análisis literario.
    Horacio Laitano

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  6. Gracias querida Irene por tu profundo estudio sobre "El ojo peregrino", fue un placer leer tus palabras y agradezco tu trabajo, también los comentarios de los querídísimos amigos, abrazotes, María Chapp

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