viernes, 16 de octubre de 2009

MARCO AURELIO MARKS(3/1/18-16/10/04)

HOMENAJE DE IRENE, CRISTINA Y LETICIA MARKS A MARCO AURELIO MARKS

martes, 6 de octubre de 2009

POEMAS DE ELENA EYHEREMENDY


Funámbulo contra los Vampiros
(del libro Diálogo del Funámbulo, Ediciones El Mono Armado, 2008)


La rama de olivo fue robada por picos de águila
y dondequiera que tu lecho azule en negra tienda deshoja.

PAUL CELAN

Fuego en tus heridas
y cada vez que Cae
algún almo desierto
alrededor
La demencia
ha Retirado el vino de mi mesa
y el perfil de tus fuentes
y ahora la vigilia se nos ha Vuelto áspera
Tus líneas Andan ateridas
Desatando nudos como un anacoreta
y como él Desgreñan sus cabellos
por que nadie Perciba su tímida aridez
Es que el hambre
que Es calvo
y nos Cose los labios
Quiebra las desbandadas
Así y todo hoy tras las últimas noticias
rojos y negros quieren volver a Arder
y desde el fondo de su escaso fuego
Se Levanta el Funámbulo contra los Vampiros
Contra todo ese espanto
contra su amenaza
para Ahuyentar el aleteo
contra el cristal oscuro

a la memoria del maestro Carlos Fuentealba



Rosas Rojas en tu Costado Niño
(del libro Diálogo del Funámbulo, Ediciones El Mono Armado, 2008)

– Si ganamos,
la llevaré a que mire los naranjos,
a que toque la mar, que nunca ha visto
y se le llene el corazón de barcos.
RAFAEL ALBERTI



En mis poemas de Soldados en su tenue derrota
nunca ha Habido barcos ni Naranjos
y ni siquiera el Berro Es azul y la luz no Llueve ni Solloza
como en los poemas de Alberti o de Rimbaud
Muchos Soldados Duermen en la Historia
con algún hueco rojo en su costado niño
toda vez que aquí en nuestro mundo
sólo Tenemos frío
frías heridas rojas
para sus sueños

a nuestros Soldados de Malvinas




Diferente Acontecer de la Rosa
(del libro Diálogo del Funámbulo, Ediciones El Mono Armado, 2008)


Qué Esperas de mí
que rara vez Encuentro en mi interior
al Pez de oro
Qué taciturno Mar en lo profundo
y qué salobremente y con qué urgencia
has Alzado tu tienda en el Desierto
donde todo Sucede

La Rosa Ocurre en cambio
en los ojos del día
Cuánto menos dolor
en la piel
de una
Planta
En su perfume

a la memoria del poeta Eduardo Birabén



Paraíso de Bella Durmiente
(del libro Diálogo del Funámbulo, Ediciones El Mono Armado, 2008)

Dejarme pasar la puerta
donde Eva come hormigas
y Adán fecunda peces deslumbrados.
FEDERICO GARCÍA LORCA



Pequeños ruidos Mueven los muros giratorios
Un hada ha Soltado sus Áspides / Espera
y llegarás a Ver a tu propio Fantasma
ese que Vuelve y Cambia y Permanece
absorto entre los milagros

Te Parecerá un Ave del Paraíso
Tan remota
como las que Tejen los tapices de Cluny
Adormilada y exótica
como la Bella del Bosque Dormido

a Eugenia Rivara



Viaje hacia el Oeste

(del libro Máquinas transparentes, Ediciones del Ginko, 2005)
Gracias a Dios todo pasa deprisa.
También el amor y la pena incluso:
¿Dónde están las lágrimas de anoche?
¿dónde está la nieve del año pasado?
BERTOLT BRECHT

Si no te hubieras ido definitivamente,
hoy iría a verte otra vez.
Cae la noche;
pero el último canto ya fue dicho.

Cae la noche hoja silenciosa.
Pasó el amor.
Y toda su hermosura pasa como ahora.
Imposible fijarla.

Sin amarras, la noche se desliza
sobre blancos espacios.
Sin palabras, hoy simplemente asisto al apacible
viaje de la luz hacia el Oeste.

a la memoria del poeta Ignacio Beola

domingo, 4 de octubre de 2009

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "ORIGEN",( EDICIONES PATAGONIA, 2009 )DE IRENE MARKS









Foto 1 con María González Rouco,escritora , el músico Carlos San Miguel y Laura
Noble.Fotos 2 y 3 en la Biblioteca Nacional, el 3 de abril de 2009, con
Roberto Goijman, poeta y editor y Elena Eyheremendy, poeta.



Contratapa de Origen:

"Irene Marks logra en este libro confirmar que la poesía no es sólo un viaje al origen ( un volver a nombrar) sino, además, una voz casi mágica que viene desde el fondo de los tiempos y vuelve hacia él.
La poeta hace suys, mediante la invención y la percepción, las voces de nuestros ancestros. Ésos que ella idealiza en su prólogo: los sabios conocedores del secreto del mundo.
En busca de la unidad perdida, estos poemas nos llena de una bella y replegada certeza, nos conducen a un lugar menos yermo donde danzar, un lugar "donde el aire/canta con sonido de estrellas aún al mediodía"
Paulina Vinderman

Poema de "Origen"
“...desde la selva el culto a la
llanura al desierto
aquí simple forma de calabaza
madre del agua origen
de la hierba viva presencia de sol
nos une en quietud
adorando silencio y soledades
en la garganta del mediodía
flechas de
recuerdos adormecieron a la maga
tendida en la tierra durmieron
su era
en nubes de luz y sombras...”
MAGA, Carlos Giovanola

FABULA CÓSMICA
I.
La historia comenzó al final del deshielo. Temblaban los
milagros y los hombres comenzaron a salir de sus escondrijos
bajo tierra.
De tanto vivir en cuclillas, se habían puesto lánguidos y
endebles, y cerraban los ojos ante el más pálido reflejo solar.
Las mujeres se habituaron primero a la luz, y tatuaron en sus
brazos al Sol..
Los hombres, en cambio, prefirieron la señal de la Luna Llena.
Desde entonces fueron enemigos, y sólo se reunían a la luz de
fogatas nocturnas para danzar y aparearse en cópula de Luna-
Sol, con ondulaciones de Lobo y de Serpiente.
II.
Sin embargo, había estrellas (Siempre hubo estrellas)
Y nacieron los hijos y las hijas de las mujeres Sol y de los
hombres Luna.
Y todos llevaban el signo de la Estrella.
Donde sus padres y madres se dividían, los niños y niñas de la
Estrella titilaban con alegría-tristeza, con fuga-avance.
Y su pequeña luz se llamaba Ternura.
Cuando murieron la última mujer Sol y el último hombre Luna,
los hombres y mujeres de la Estrella hicieron estallar los bordes
del día y de la noche. Y finalizó el reino de la pura luz y de la
pura sombra.
Y el caleidoscopio de los cielos giró y giró.

III.
Los Hijos de los Hombres y Mujeres Estrella no llevaron señal
alguna.
No necesitaban titilar, ni caer o elevarse desde charcos
sangrientos.
Toda la fuerza les nacía de los ojos. Y compartían el agua y el
pan y la cosecha.
Y naturalmente, con corazón y cuerpo, con pasión y dulzura se
amaron. Y fueron pájaros libres e inocentes bajo Sol, bajo Luna,
bajo Estrellas hermanos.
IV.
Un día, se partieron los leños de los bosques. Y seco humeó el
follaje.
De las grietas abiertas en las rocas surgía un vapor pestilente.
Y llegó la Escasez.
Los hombres y mujeres y niños que sólo llevaban como señal sus ojos
dejaron de mirarse.
Ya no compartían de buena gana los frutos que cada uno
llevaba a la rueda común.
Finalmente, los más fuertes se construyeron casas,
almacenando allí lo que ponían antaño en manos de los débiles.
Y en los ojos se les iba secando la señal.
V.
Los débiles, entretanto, conservaron los ojos brillantes, pero sus
cuerpos enflaquecían, y debieron protegerse de las invasiones
periódicas de los fuertes, que saqueaban sus escasas
provisiones.
Los hijos de los fuertes crecían con la mirada árida. Los hijos
de los débiles, en cambio, tenían en los ojos algo brillante, algo
como un hilo delgado. Y el hilo delgado creció a medida que
crecían los hijos de los débiles. Y se llamó Astucia. Y se llamó
Odio.
Mientras los hijos de los fuertes, los Miradas- Áridas , iban
encegueciendo. Y su enfermedad se llamaba Codicia.
VI.
Alguien alzó una llama hacia el hilo delgado que habitaba los
ojos de los hijos de los débiles.
Alguien( acaso el Sol, tal vez la Luna, posiblemente el Viento).
Y en ese época tuvo su nacimiento la Gran Noche Roja.
Y corrió tanta sangre que se confundieron los dos bandos.
Y fueron estos los hombres de Crueldad, los sin ojos, sin
corazón, sin sexo, con hachas levantadas.
Y hallaron placer en la matanza
Y sembraron Dolor e inventaron torturas.
Sólo conocieron enemigos.
Y tan largo se odiaron que ninguno quedó para contarlo.
VII.
Sus hijos fueron huérfanos. El Dolor los parió y se doblaban
como pequeñas hojas ante el mínimo viento.
Les temblaba la boca. Desconfiaron de todo lo viviente.
Y para no temer, almacenaron. E hicieron de sus mujeres
prisioneras.
Y rara vez salieron de sus casas.
Y no amaron el Sol.
Y se crearon dioses dolorosos, que castigaban la sonrisa más leve,
el placer más pequeño, con la muerte.
Y se dictaron leyes vengativas.
Y se instauró el reinado de los Ojos de Pez.
Y el Poder abrió Hambre, Mendicidad, Temor
Y estos hombres y mujeres y niños vivieron separados de sí
mismos.
Y ahogaron toda voz, todo camino nuevo.
VIII,
Los hijos de sus hijos de sus hijos
hoy habitan la Tierra.
Los hay Mujeres Sol, Hombres de Luna,
Y los hay con el Signo de la Estrella,
Y los hay con la marca de los Ojos,
Y los hay de Codicia, y los hay Débiles
Y los hay de Crueldad y de Dolor
De todos los colores y las razas
Y los hay de tres sexos
Los hay de Noche y Día, de Penumbra
De Anochecer y Aurora
Los Dioses del Dolor han perdido poder sobre sus corazones.
Mas lentamente avanzan. Porque temen. Aún temen.


de Origen,Ediciones Patagonia 2009, escrito por Irene Marks

DANIEL GRAD - CINCO CARTAS

Comentario a cinco CARTAS de Daniel Grad, publicadas en la colección de la Asociación de Poetas Argentinos, LA MANO DE CRISTAL Nº 8 ,en noviembre de 2008.

1.Se perciben diversos climas en cada una de estas cartas. En la primera, dedicada a Romina Berenice Canet, advertimos un hálito de frescura, de inocencia, de infancia: el verde limón que todos hemos cantado. Hay también una sugerencia de lo trágico, pero la vida transcurre dentro de los códigos mágicos de la niñez, donde la “oscuridad” es un temor palpable, poblado de lo inimaginable.”El gorro del olvido” es el que acecha al poeta cuando intenta regresar por completo a esos momentos, y advierte que no le es posible. Porque al atravesar la puerta de la infancia, la paloma queda detrás de “los cristales” en la “distancia de la arena”

2.En cuanto a la carta que sigue, la dedicada a Susana Fernández Sachaos, nos abre la puerta de un mundo tan inasible como “la luz de un faro en la memoria del temblor”, un mágico camino ¿inexistente? Más allá de las palabras, el yo lírico “ni desea esa zozobra del pronombre”. En esa dimensión el infinito se ha vuelto natural: “sea la tarde (sin orillas)” porque lo sutil cobra más importancia que lo concreto.”Nada queda en el aire (salvo el aire)”.Y la magia que se expresa con la palabra “Sea”, repetida como el rito de la creación, obra corriendo velos, ¡Que nunca se detenga “la ronda del búho”!

3.En otra Carta, dedicada a Giselle Giarrizzo, se plantea el tema de la pérdida : “la niña del tatuaje vuelve al río”,” y se manifiesta con fuerza el asombro de advertir que no han quedado rastros:” ¿ Qué de la arena sin caminos?”, que ni siquiera el dolor puede grabar su huella eternamente., cuando tanto dolor sólo quedan “Piedra y vestigios del tatuaje”.Sin embargo hay otra dimensión de permanencia “Ya no llueve, ya no amarras”, como si esa levísima ruta de” evanescentes hijos de regreso al ombligo”, contuviera la enigmática respuesta, en ese “Ámbar y amparo”


4.En la Carta que propone “abrir la caja de Pandora”, se advierte una valentía natural, un no poder detenerse para decir que “Atrás está la orilla”.Lo desconocido siempre será más fuerte, y su misterio convoca: “Dicen que la lluvia cegará a la lluvia”. Como la poesía, la caja de Pandora no podrá dejar de revelar sus secretos:”Garganta plural, fuego que amamanta el fuego”. Y el riesgo se asume a sabiendas:”Quiera Pandora no quemarse.” La entrega a la poesía es total en esta carta como si ese paréntesis “(jugar con cajas es tarea infinita)” nos introdujera en la dimensión totalmente lírica donde los paréntesis van señalando la otra cara de la realidad que se desdobla porque no podrá de abandonarse la indagación profundísima, pese a los obstáculos: “Dicen que la lluvia cegará a la lluvia”


5.Finalizo hablando de la Carta dedicada a María Meleck Vivanco, una carta de clima nostálgico, como de quien le habla a un ser muy querido, pero a la vez vital, pleno de sensaciones:”Todo huele a madera y a canciones antiguas”. A diferencia de las Cartas anteriores, lo inasible desaparece, pese a que “Ruanda está lejos en el tiempo”.Elementos de la vida de esta poeta son poetizados con íntima ternura. A la solidez del “ladrillo en la tormenta” se unen una cierta paz o armonía naturales:”Alguien teje esta tarde”. La naturaleza se resuelve en lo asible” la piel retorna a la semilla”, la voz se torna sólida y la idea de la nostalgia clava su puñal pequeño en la piel:”Son demasiados los ríos desde junio”

Concluyo diciendo que en estos poemas-cartas hay una percepción de lo subyacente desde una perspectiva puramente lírica que transforma y lleva al lector al mundo donde las palabras tejen su red narcótica.

MICHOU POURTALÉ - DAMERO PARA UN CUERPO

En este libro el yo lírico profundiza en el mensaje del cuerpo como dolor, como despojo, como efímero y sujeto al tiempo. Aquí se expresa el paso de los años en todo su desgarro, en el cuerpo de todos, en el de la poeta misma y en el de los marginales, abandonados, con los que se mimetiza en forma conmovedora (“alimentan su abandono /con lo puesto de siempre”). El cuerpo es la vida en este libro. También la luz que llega de otras épocas, los pies de la niña que penetra en el río, la sensación del agua y el correr sobre la hierba, el amarillo total que ilumina los momentos de gozo "donde termina el césped". Advertimos un cariñoso saludo al cuerpo, como de quien sabe que pese a amarlo, el cuerpo no lo es todo para quien escribe este libro, esta poeta que ha de "brincar desde el blanco", cuyo universo es amplio y cuyo saludo es "un beso".Hay una aguda conciencia también de la palabra como sujeta al tiempo (“Mientras escribo alguien muere/sobre la cama de un hospital”), al que le ha sido concedido a cada uno de nosotros para vivir y también de la palabra sabia, premonitora que en el yo lírico llega desde zonas ocultas. (“ni costura para el alma en despedida/sólo este verso sabedor de mi muerte/antes de que yo muera”). Se ve además una despersonalización, un extrañamiento que muestra hasta qué punto la poesía toma posesión del yo lírico (“Arrojada de mí busco el despliegue (…) donde voy suelta con el pensamiento”) y una voluntad de búsqueda inquebrantable (“persisto incisiva en la búsqueda). La realidad irrumpe en forma descarnada y violenta (”Sobre la vereda /tumbado un cuerpo” )(”vapuleado en escarmiento/ a fuerza de manotazo y puntapié”). La indagación prosigue en los tiempos históricos, se ejemplifica también con el estudio de la anatomía realizado a hurtadillas en cadáveres “En aquel siglo de hambruna, herejía, /caza de brujas iodadas” cuando “el anatomista en oculto aposento desposta un cadáver”. La indagación del cuerpo se vuelve también íntima, cuando se vuelve hacia atrás, hasta dar voz al “Hado primigenio niño/ en nuestro inconsciente das forma/ lucidez al relámpago de la pulsión.” También canta este libro la belleza del cuerpo (“Rezago de la mirada de Dios/ muselina para un cuarzo la piel”) unida a una belleza indefinible que la autora define como “la exaltación de un aura, nívea túnica para ella”.Su canto no olvida a ese órgano en el que la poesía siempre ha puesto su énfasis: el corazón (“Soberano reclamas ser cascabel/ de mi poema, entre palabras / lates al costado izquierdo”) ni tampoco se desvincula del gozo de la unión con todo lo viviente (“A esta tarde la huyo hacia mi monte”) y la comunicación en tonos sensibles, leves, como si el tiempo se hubiera suspendido, sin dejar de tener conciencia de la finitud de todo lo humano(“Pájaro del arbusto más cercano,/si vinieras junto a mi corazón, huésped/si hundieras tu pico en mi misma boca para juntos aspirar la voluta del aire final…”). La absoluta celebración de la frescura se halla también en el poema, ya mencionado y mi preferido en este libro, que habla de que “Más allá del jardín termina el césped”, y “Los piececitos bajan/por las colina próxima al muelle” cuando el agua contra la piel de una muchacha joven lleva al yo lírico a hablar de “el placer de sentirse viva sin concebir /el misterio de las horas, la oscura cadencia de los hechos”.Esos recuerdos iluminados saben como la muchacha “tenderse al sol de este final de verano”. En el último poema hay una síntesis de las búsquedas anteriores , un desdoblamiento en el que el yo lírico se dirige al cuerpo como a un querido compañero(“me despido con un beso y al besarte hay un apuro de lágrima, mi muchacho”), como si estuviera por fuera de él :“El simple juego de cartones animados fue nuestro y dejaré de ser la misma que te sirvió para escribirte”: Tenemos la impresión de que el cuerpo le ha servido como objeto de exploración cariñosa pero es, en realidad, el tiempo y la energía de lo permanente lo que la lleva. “He de brincar desde el blanco”, nos dice, o sea, que la palabra es quien la guía, la desboca cuando “sobre papel el punto del final cruje”.

viernes, 2 de octubre de 2009

HORACIO LAITANO - ZULMA DE MARCO



La casa

La casa estaba en la esquina de los peces. Un lugar donde ellos se encontraban para poder reconocerse. El agua se enturbiaba con frecuencia debido a la presencia de otros seres. Pero ellos continuaban, pese a todo, llevados por su afán de subsistencia.
La casa no tenía ni puertas ni ventanas. Apenas un borroso contenido, similar a las casas de otros tiempos. Los peces entraban y salían, sin que nada consiguiera detenerlos. Las noches y los días tamizaban los recuerdos. Ese frágil sostén de la vida de otros seres, que los peces rozaban suavemente.

Poema de Horacio Laitano y pintura de Zulma de Marco publicados en el Segundo Encuentro de Artistas Plásticos y Poetas realizado por el Grupo ALEGRIA

GRACIELA LICCIARDI - LUZ DE FONDO

Hay libros que nos tocan, nos conmueven, nos atraviesan. Es el caso de Luz de Fondo, donde Graciela Licciardi alternativamente se despersonaliza y es llevada por la poesía, (“Parece simple /pero ahora no recuerdo dónde me dejé”,” soy una huérfana /la eterna desertora de mí misma” “ y huye para nadie”)a la que se abandona sin poder evitarlo, para regresar luego a la realidad desde otra senda, más honda, y bañarla en su nueva percepción, con el hallazgo de “las palabras,/el único sitio del encuentro”, donde lo inapresable toma forma (“todo cabe en un pequeño sol de pura cepa”), pese a la constante y aguda conciencia de la muerte:”conozco esa hierba que crece despareja / y debajo de mis pies aún preparo la tierra/ en que fui plantada para nadie” hasta “llegar a la infinita punta de escalera/ donde la vida/ me arroje sin remedio”.Esta presencia de la muerte, es sin embargo el contraste para que la vida reluzca en su máxima expresión, en su denuncia y nobleza:(“vivir de lluvia en el medio del tiempo”, “del canto salvaje del ancestro soy testigo”, “del infinito grito de los pobres /soy testigo”). Y en esta denuncia brilla la dolorosa fragilidad de lo bello, de la esperanza inocente en medio de la realidad cruel: “¿resistirá la persistencia de la flor/ sin olvidar la vida /en la casucha de chapa/ que la alberga?”, donde el dolor llega con fuerza en lo personal (”ahora las estrellas arañan mi vientre / pero sólo hasta el cielo infinito”) y en lo general. (“ las prostitutas del bajo /claman su parcela.(...)l a puerta de salida al desamparo”). Por ello se nos abre el mundo como un lugar donde el poeta se siente desvalido, sufriendo con todo lo viviente: “una lágrima intentará explotar en la cara de algún pobre”.
Sin embargo, hay algo que rescata a la poeta del temor y de la realidad sin sentido; “hay una luz de fondo / que apaga el miedo/ una sombra que se agranda /para que no me deshaga”.) aún cuando a veces el grito se vuelva perplejo(“para qué escribir estos versos...”) y se desaliente.
La memoria entonces brilla, sonríe, salva, lustra :la imagen sonriente de lo que permanece(:”un elefante azul/ se ha instalado en la conciencia/ y es feliz”), la nube amable de los juegos que siempre nos acompañará en algún sitio del corazón(”volver a los primos escondidos del pasado/ la mancha venenosa que no me tocó/ las hortensias del patio”) , los objetos cargados de sentido que producen un nudo en la garganta porque proceden del “misterioso lugar de la infancia”, como “una cama plateada /que alumbró vidas/ y apagó muertes”, “era un tacho en el que cabía la vida”, y “el enano jardinero guarda flores”.
En otras ocasiones, la memoria arrastra el dolor: “tu boca, madre, /me nombra cada noche/y te espero/aunque no vengas”“llueve en el zaguán de mi boca /y el tiempo es un puñal que me penetra”, que trasciende lo humano para volverse metafísico. Como máxima luz queda entonces el amor que desafía a la muerte, el amor en todas sus facetas, como sensualidad y pasión llevadas al límite:”será que ya no temo llegar a punto cero/ y tragarme tu universo” y como razón de vida, como en el conmovedor recuerdo del jorobado (”yace el asombro ante tanta belleza...ella le dio agua en la sed del tormento /y aunque inflame en el fuego /a la bella dama /guardará siempre en sus labios secos /la imagen de su rostro”)
La poeta llega entonces a su máximo desafío:”salgo a la pista / a danzar con la muerte” y en este largo camino confiesa que “La palabra me redime de la hipocresía”, porque sólo en la poesía podrá volcar el hilo de sus fuegos que en forma magistral arden por separado para unirse finalmente en la fuerza eterna de estas dos frases :”Por eso escribo. Soy poeta”

jueves, 1 de octubre de 2009

IRENE MARKS - ZULMA DE MARCO:ONGAMIRA


ONGAMIRA: PALABRAS DE LA ROCA



Las palabras de la roca son

LEVA MANJÁ

Y hay una apertura triangular

y allí penetra el río

y se entra en la cueva:

se ve llegar la sombra que conduce la barca

y allí arrojan las blanquísimas flores

para la travesía:

LEVA MANJÁ

Soy el barquero y la sombra, penetro, estalla la luz.

Arcos Cegantes – La otra zona es una montaña de grandes

dedos de Sol por detrás de la cueva

LEVA MANJÁ

Y tuve que partir cuando estallaba la luz – trozos de luz sólida

como dedos del cielo.

Por detrás de la cueva, por el río se llega a la zona de los Colosos

y los Templos Inconmensurables, donde el aire

canta con sonido de estrellas aún al mediodía.

PUBLICADO EN EL PRIMER ENCUENTRO DEL GRUPO ALEGRIA DE ARTISTAS PLÁSTICOS Y POETAS EN EL AÑO 2007 . Poema: Irene Marks. Pintura: Zulma De Marco

IRENE ZAVA - BISAGRAS

Desde la frase inicial que remita a un todo desde lo emotivo(”Soy parte de algo hecho con lágrimas”) este libro es sentimiento que late, dolor universal, sensibilidad que se comparte. El cuerpo se convierte en prolongación del cosmos, unión mística donde lo sexual obra como fuerza liberadora.(“Derrama su sexo en el horizonte…””Gotea el cielo entre sus piernas”). También hay una unión desde lo sensorial con “la tierra” cuando “Es mediodía” y alguien “Hunde los dedos en cada maceta”, visión en que la tierra actúa como elemento armonizador, porque “Es difícil vivir con uno mismo” y especialmente saber constantemente que alguien ”camina errante por la vereda/vestida con una bolsa/hecha para desperdicios” y tener consciencia de que se es en los otros, esa certeza dolorosa de saberse hermana y percibir la injusticia (“No pude mirarla a los ojos”), ya que “en el sufrimiento no hay piedad” sino agudo despertar, la voz marginal que “sigue su música” y “Recuerda que una vez fue amamantado y que alguien lo quiso”. Lo pasajero, las distintas realidades hacen que la autora diga “Renazco en tiempo de fantasmas” y se abren las bisagras, con el bautismo intenso del yo poético (”Me consumo en un fuego que lame”), desde “una ceremonia sin tregua” y la delicadeza extrema hecha fuerza: ”con dedos de humo entretejo huracanes”..
La búsqueda que la hace decir “Densa niebla lastima mi rostro” la lleva a percibir inevitablemente lo oculto en los demás (”Tanta mezquindad hiere”) y la herida es una llave porque “Mi grito sale de la tierra” y también una protesta (“Dónde quedaron los colores…”)
Como punto culminante de este libro que asemejaría a la Carta II del Tarot, la Sacerdotisa, llega el poema que lleva por título “Poesía”. Este poema refleja una entrega natural y totalizadora(”Me debo al agua y a ella vuelvo”) y el desacato de lo que no se refiera a esta búsqueda (“Llegan mandatos que no escucho“). Como maga, la poeta busca sumergirse en la totalidad de la Poesía (”Retomo el candil y llego a otra orilla”) donde está lo que anhela (“Desde lo más profundo resuena vida”).Y se lanza al descubrimiento consciente de sus dificultades (“Ella me llama a un mundo de sombras”) sin dejar de luchar cuando se enfrenta a “un naranja que me desafía” y penetra en la niebla de los tiempos(”Recuerdo entre sueños/haber observado por horas/el prodigio del fuego”)
Sin embargo, es consciente también de lo que surge y lo registra (“Construyo en permanencia”) cuando dice “Navego entre la realidad y el sueño”.
Ha llegado lejos Irene Zava en su recorrido, por eso deja su”Legado” (título de un poema).Toda la magia se le va revelando, el dolor inmenso y el goce, por eso “no es tiempo de volver” cuando “Los sentidos llevados al límite de la percepción escapan a uno mismo”.
En su gran aventura no se rinde (“Mejor unirse al vuelo redentor del/vampiro y el dragón”). Por eso, “encantamiento y coraje” son las armas de esta poeta que en “Última Paleta”, insiste con “Intuir, acariciar. Seguir buscando” para así “Acompañar al otro/en el desgarro…” y como buena pintora que también es: “aplicar el color preciso”.Nos regala un libro pintado con los colores del corazón.